El domingo 29 de septiembre de 2024, en la capilla de los Misioneros de Belén en Immensee, por primera vez en 18 años, Joël Mambe, el primer miembro no suizo de la SMB, pronunció sus nuevas promesas.
Nacido en 1987 en Mushie, República Democrática del Congo, Joël proviene de una familia modesta. Después de completar su educación secundaria, continuó su formación hacia el sacerdocio. Ordenado sacerdote en 2015, luego se especializó en exégesis bíblica, primero en París y luego en la Universidad de Friburgo a partir de 2021. Fue en ese momento cuando entró en contacto con la SMB, residiendo en la comunidad de Torry (FR).
En el verano de 2022, Joël manifestó su deseo de unirse a la SMB. Su solicitud coincidió con la de Mons. Rudolf Nyandoro, obispo de Gweru en Zimbabue, quien pidió relanzar la presencia de la SMB en su diócesis. En respuesta, el Capítulo General de 2023 decidió aceptar estas solicitudes, abriendo así el camino para el reclutamiento de candidatos no suizos, ampliando el alcance misionero de la SMB.
En 2023, Joël comenzó su noviciado. La casa de Torry se convirtió en un centro de formación para novicios, que también acogió a otros candidatos. Mientras tanto, en abril de 2024, el primer noviciado de la SMB en África abrió sus puertas en Driefontein, recibiendo a jóvenes de Zimbabue, Kenia y Congo.
Elegido en 2023 como superior general e inspirado por la nueva estrategia expresada por el Capítulo General, Ludovic Nobel declaró en su primera entrevista:
«No sé cuáles son los planes de Dios ni lo que nos depara el futuro, pero no me veo teniendo la misión de cerrar la comunidad. No sería una tarea que me entusiasmaría. Mi deseo es más bien que la SMB perdure y acoja nuevos miembros.»
Joël encarna esta renovación. Pronunció sus promesas temporales por un período de dos años, convirtiéndose así en miembro de pleno derecho de la SMB. Joël nos confiesa:
«Después de un año, acompañado por el P. Joseph, estudiamos los textos fundamentales, las constituciones y la historia de la SMB. Este período fue enriquecedor, lleno de intercambios sobre los fundamentos de la SMB y sobre cómo continuar su misión en el futuro. Lo que más me impactó fue la kénosis, este abajamiento voluntario a imagen de Cristo. Estamos llamados a unirnos a los demás en su pobreza para llevarles esperanza.»
Así, la SMB se fortalece hoy en su determinación de explorar nuevos caminos para la misión. Como afirmó el P. Nobel en su homilía:
«Bien que la SMB ait ses racines en Suisse, son charisme appartient à toute l’Église. Joël et les autres jeunes doivent être accueillis avec bienveillance.»
Deseamos a Joël, así como a todos los futuros miembros de la SMB, la fuerza y el coraje para difundir el espíritu de Belén.
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